En primer lugar, para realizar un buen masaje, el terapeuta
ha de encontrarse en un equilibrio físico-emocional.
Tanto los conocimientos teóricos, como la habilidad manual,
determinan la profesionalidad del terapeuta.
Un correcto entrenamiento de las manos nos llevará a
desarrollar la percepción y aplicar correctamente las técnicas de masaje.
Uno de los puntos de inicio de este entrenamiento, es la
denominada gimnasia manual. La gimnasia permite ampliar la información del
movimiento natural de las manos.
Los beneficios son:
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Mejora la circulación sanguínea
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Evita la artrosis y posibles lesiones
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Disminuye y libera la tensión
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Aumenta la elasticidad muscular
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Incrementa la resistencia
Los objetivos son:
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Mantenimiento del óptimo movimiento
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Sensibilización
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Preparación para empezar el masaje
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Equilibrio entre fuerza y habilidad
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Evita futuras lesiones
Algunos ejercicios de Calentamiento:
Abanico: Abrir las manos y efectuar un giro, la
mano se va cerrando dedo a dedo, empezando por el meñique y dejando el pulgar
fuera del puño cerrado.
Hiperextensión en toda la mano: Con los dedos juntos se tomará desde el meñique hasta el pulgar, luego estirar el brazo completamente.
