La espalda es la encargada de mantenernos erguidos y en posición vertical, sostiene nuestro cuerpo,
por lo tanto se puede decir que la espalda es el sostén de nuestra vida.
En el post anterior vimos cómo las emociones pueden
afectarnos en el plano físico, y descubrimos como nos perjudican en la zona
cervical.
Hoy veremos qué
emociones nos pueden llegar a causar dolor físico en la zona dorsal.
ZONA DORSAL:
La parte central de la espalda representa la gran región torácica del
cuerpo comprendida entre el corazón y
los pulmones con las vértebras dorsales.
Es una región asociada a la culpabilidad emocional y afectiva.
Reacciona con dolor cuando acumulo y
ahogo mis sentimientos y emociones y soy
particularmente sensible con lo que se refiere a la familia y a viejos
rencores.
Problemas en la parte central de la
columna en ocasiones revelan un sentimiento de vacío interior, generalmente
afectivo, lo que lleva a reflejar desconfianza en uno mismo e inseguridad.
El exceso de carga, me va a hacer llegar a mi límite, ya sea físico o emocional.
La idea de tener que cargar con todo, a veces incluso auto-cargas que nos imponemos nosotros
mismos, nos va a hacer acumular tensiones y dolor en esta zona. En este momento
construyo medios de protección para no verme afectado, “echo a mis espaldas”
toda la responsabilidad por que es donde puedo cargarla e inevitablemente me
pasará factura.
Por otro lado los dolores dorsales muestran una difícil
relación del individuo con la vida y el entorno en el que se desenvuelve.
Sentirme enfadado con la vida, impotente ante ciertas
situaciones e injusticias que vivo o se me presentan en mi día a día, van a
provocar reacciones fuertes de cólera e irritación dentro de mí, que me llevan
a refugiarme en mí mismo, a esconderme dentro mi burbuja para que la situación
no me afecte o lo haga lo menos posible.
Feliz Semana !!
Escuela Aradia