Muchas terapias alternativas coinciden en la existencia de una conexión entre las emociones y la enfermedad o el dolor. Esto significa que los dolores o enfermedades no solo están relacionados con heridas, lesiones, etc, sino que todo dolor físico tiene una causa emocional.
La espalda es quizá la zona donde mayor número de
personas sienten molestias diarias.
El trabajo que desempeñamos, la postura, calzado,
alimentación, ejercicio e incluso el descanso diario, son factores claves en
los dolores o lesiones de espalda, sin embargo no son los únicos. Las emociones
tienen un papel fundamental en este campo.
ZONA CERVICAL:
La parte superior de la espalda, corresponde a la columna
cervical. Está estrechamente relacionada a la forma en la que veo la vida, y la
manera de comunicarme.
La zona cervical superior, está relacionada con la rigidez mental. La incapacidad de ver otras posibilidades en
las situaciones que me rodean, de ser incapaz de dejar atrás viejas ideas. Mi
cuello se “vuelve rígido” ya que no soy capaz de ampliar mis puntos de vista,
siguiendo siempre la postura que yo considero adecuada.
La dificultad de expresar mis sentimientos y emociones, las
cosas que no quiero/no puedo decir, también afectarán a la zona superior de las
cervicales. La incapacidad de decir NO, aún a las cosas que no quiero
hacer, puede provocarme rigidez en las
cervicales, causándome asiduamente dolor en la zona.
La zona cervical inferior, está relacionada con el
lenguaje y la comunicación en ambos sentidos, tanto lo que digo, como lo que
oigo.
Habrá dolor cuando oigo algo que me provoca ira e
incomprensión, y además se podrá agravar cuando no soy capaz de expresar lo que
siento.
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